Heute früh haben wir eine Soliaktion vor dem deutschen Generalkonsulat in Barcelona durchgeführt, um die sofortige Freilassung und die Einstellung des Verfahrens gegen Sonja, Christian und Sybille zu fordern. Während der Aktion verteilten wir einen Flyer mit folgendem Text (Spanisch)
Libertad inmediata y absolución para Sonja, Christian y Sibylle
Estamos aquí para exigir la libertad inmediata y absolución de Sonja Suder (80 años) y Christian Gauger (70 años). La audiencia provincial de Frankfurt (Main) acusa a las dos de haber sido miembros de las Células Revolucionarias (Revoluzionäre Zellen – RZ) y autoras de acciones que se llevaron a cabo hace mas de 35 años.
También exigimos la libertad inmediata de Sibylle, a quien dicha audiencia ha encarcelado para obligarla a declarar, ya que ella se negó a hacerlo durante el mencionado juicio.
Sonja Suder y Christian Gauger formaron parte de los movimientos sociales de Frankfurt desde principios de los años 70. En Agosto del 1978 se dieron cuenta de que estaban siendo observadas por la policía, como muchas personas de la disidencia de izquierdas en Alemania en esa época. Temían la posibilidad de ser detenidas y huyeron al día siguiente a Francia.
Desde este año han vivido con identidades falsas en Francia, trabajando en mercadillos y viviendo muy retiradas.
En 1997 Christian sufrió un paro cardíaco y tuvo que ser reanimado por Sonja. A Christian se le ingresaron en el hospital de Lille, donde pasó varios días en coma y perdió la memoria. Hasta el día de hoy, se tiene que medicar y depende de asistencia constante.
En el año 2000, en París detuvieron a ambas después de 22 años de vida en la clandestinidad. Pasaron 3 meses en prisión preventiva y salieron en libertad pagando una fianza de 300 €. Finalmente no se aceptó la petición alemana de extradición porque las acusaciones habían prescrito según la ley francesa.
En verano de 2007 fueron detenidas nuevamente porque las autoridades alemanas solicitaron una orden de detención europea. De este modo, según dicha normativa europea, la ley que se ha de seguir es la ley de prescripción del país solicitante. En septiembre de 2009 la ultima instancia decidió la extradición, que se hizo efectiva el 14 de septiembre del 2011.
Desde esta fecha Sonja se encuentra presa en Preungesheim. Christian pasó por el hospital penitenciario de Kassel, y después fue trasladado a la prisión de Preungesheim. A finales de octubre del 2011 fue puesto en libertad condicional por su mal estado de salud.
Se les acusa a las dos de ser las autoras de tres acciones de las Células Revolucionarias (RZ).
Dos iban dirigidas contra empresas alemanas que colaboraron con el programa nuclear del régimen de apartheid de Sudáfrica. Un artefacto explosivo que causó daños en la fachada exterior de un edificio de MAN en Nuremberg y otro intento fallido en una empresa en Frankenthal,que se dedicaba a producir bombas para centrales nucleares. La tercera acción fue dirigida contra la política de gentrificación del ayuntamiento de Heidelberg y causó 40.000€ de daños al parqué del castillo de Heidelberg.
La acusación se basa en las declaraciones de Hermann Feiling, que la policía obtuvo durante interrogaciones en una situación parecida a la tortura.
Para protestar contra la dictadura en Argentina durante el mundial de Fútbol en junio de1978, Hermann Feiling intentó colocar un artefacto explosivo en el consulado general de Argentina en Munich. El artefacto le estalló antes de tiempo sobre sus piernas. En menos de 24 horas después, la policía comenzó las interrogaciones en el hospital.
En ese momento, Hermann Feiling se encontraba en un estado muy crítico. Le amputaron las dos piernas y perdió los dos ojos, y además tenía quemaduras en todo el cuerpo. El se encontraba en estado de shock y fuertemente medicado.
A pesar de sus heridas graves y de su estado de shock, la policía le aisló en el hospital y fue dado de alta le trasladaron a un cuartel policial sin ninguna orden judicial. De estos 2 meses de interrogación policial en los cuales la policía fueron el único contacto que tuvo, ya que no permitieron la asistencia de sus abogados, salen las 1300 páginas de “declaraciones”. Unas “declaraciones” que no pudo leer antes de firmar y que ha retirado inmediatamente después de su puesta en libertad.
A parte de esto Sonja Suder se enfrenta a la acusación de haber colaborado con el comando que en 1975 asaltó la conferencia de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Estas acusaciones se basan en las declaraciones del testigo arrepentido Hans Joachim Klein.
Esta no fue una acción de las RZ, aunque supuestamente estaban algunos miembros de las RZ involucrados, como por ejemplo Hans Joachim Klein. Durante la acción el comando secuestró a los ministros de petroleo y sus delegados. Tres personas murieron.
En 1998 Hans Joachim Klein fue detenido y en seguida comenzó a hacer declaraciones. Como testigo que es, realiza declaraciones acusatorias contra otras personas para disminuir la propia condena. En su caso, a pesar de haber disparado durante la acción, ‘solo’ le condenan a 9 años y consigue ser indultado después de haber cumplido tres.
Sus declaraciones son totalmente contradictorias. El acusa a Sonja de haberle reclutado para esta acción y de haber transportado las armas. Mientras que en declaraciones anteriores había jurado que habían sido hombres, ahora dice que fueron dos mujeres. Así, un hombre que también fue acusado de los mismos hechos debido a estas declaraciones, fue absuelto porque la Audiencia Provisional que le tocó entonces decidió que Hans Joachim Klein tenía poca credibilidad como testigo.
La jueza a cargo del juicio ahora, Bärbel Stock, parece obviar todo esto con el objetivo de condenar a Sonja y Christian a toda costa.
En este sentido, también se explica el ingreso en prisión de Sybille Staub ordenado por la misma jueza. Con esto, la jueza pretende forzar a Sybille a prestar declaraciones como testigo, ya que se ha negado a hacerlo. Este ingreso de prisión puede durar hasta un total 6 meses.
Ya en 1980, cuando Sybille cumplió una condena de 15 meses a raíz de las “declaraciones” de Hermann Feiling, la metieron en régimen de aislamiento durante 9 meses para forzarla a prestar declaraciones sin ningún éxito.
Libertad inmediata y absolución para Sonja, Christian y Sibylle